
Roberto González, a seis meses como Gobernador de Curicó
Abre la puerta y empieza el lento pero cálido recorrido que realiza cada mañana para llegar a su oficina. No hay quien se libre de un saludo y de un ¿Cómo está? Así es él, preocupado por sus trabajadores, quiénes responden alegres “buenos días jefe”. De camino a su oficina, luego de haber saludado a cada uno, deja sus cosas en el centro de la mesa y comienza la maratón.
De pie, contesta el teléfono que suena y suena, y con ello la coordinación de alguna reunión o actividad, mientras que con una hoja blanca partida por la mitad ventila su rostro, como para organizar sus ideas.
En medio de la llamada, varios son lo que se acercan a su oficina, algunos a dejar documentación, otros lo ven ocupado y cierran rápidamente la puerta, mientras que su jefe de gabinete es el único que entra y permanece en el lugar. No hay descanso, y al parecer, poco tiempo para la entrevista.
Así es la rutina del gobernador de Curicó, Roberto González Olave, quién cumplió seis meses en el cargo.
-Tengo la sensación que estos seis meses han sido como dos años – dice confiado, como si no hubiera dudas al respecto o como si nunca antes hubiese dicho esto con la misma seguridad con que lo dice ahora, antes de comenzar la entrevista.
Roberto Andrés González Olave, es uno de los gobernadores más jóvenes de Chile. A sus 39 años, este abogado curicano, le ha tocado enfrentar uno de los cambios sociales más importantes de nuestro país. El 18 de octubre de 2019 para nadie pasó desapercibido. Y con un mes en el cargo, manifestaciones, marchas, actos de violencia, enfrentamiento con Carabineros y la muerte de un joven curicano, fueron la antesala de lo que como autoridad ha tenido que sobrellevar en estos 183 días.
-Si bien fueron semanas de mucha incertidumbre había que ser mesurado y responsable con cada una de las declaraciones. Habían temas delicados con familias de por medio y eso merece un respeto – dice tranquilo y confiado de cómo abordó cada uno de los temas de la contingencia.
En estos meses como gobernador, no sólo el estallido social ha sido una de las aristas que debió abordar, también estuvo la muerte del pescador de Boyeruca, que afortunadamente y para tranquilidad de la familia, fue hallado.
-En su minuto, me tocó gestionar en más de una ocasión la búsqueda con equipos del GOPE de Talca, porque me había comprometido con la familia en hacer lo posible por hallar a José Muñoz – comenta apacible en medio del recuerdo.
Con la llegada del verano y el cambio climático presente en el país, la provincia de Curicó comenzó la temporada con varios incendios forestales en diferentes comunas. La primera fue Rauco, segundo Curicó y luego Molina, está última con uno de los incendios forestales más mediáticos a nivel nacional por la cantidad de hectáreas consumidas y el despliegue de recursos.
-Afortunadamente hoy puedo comentar que tras un arduo trabajo por los equipos técnicos y en especial, de lugareños, el incendio de Molina se encuentra contenido en su totalidad, sin viviendas ni vidas humanas que lamentar. – agrega moderado frente a uno de los hechos más noticiosos de la provincia.
La contingencia nacional y local no le han dado pausa. Y así lo hemos evidenciado con la llegada del Coronavirus (COVID-19) al país, y con un caso confirmado en Curicó.
-Quiero darle tranquilidad a la población porque estamos trabajando desde el primer día, de manera preventiva, y ahora en atender los casos que se presenten en la provincia – sostuvo calmo ante las medidas que como gobierno han tomado para enfrentar la situación.
A seis meses como Gobernador, varios han sido los hechos que ha debido manejar, algunos de manera simultánea y otros de forma consecutiva. Sin embargo, para Roberto González, esto es parte de su trabajo.
-Los cuestionamientos y felicitaciones son parte de, y uno entiende que cuando hay un cargo de tanta exposición, obligatoriamente tienes adeptos y detractores, lo importante aquí es hacer bien las cosas y poder ayudar a quien lo necesite – Comenta de forma amable y pareciera que esto de ser autoridad le resulta algo innato.
Con varias llamadas perdidas y mensajes sin contestar, concluyó una sincera y cercana conversación con la primera autoridad provincial, que volvió a tomar su celular para continuar con su larga agenda y cumplir cada uno de sus compromisos.